sábado, 26 de abril de 2014

Otro mundo.

De alguna manera, existe una pequeña conexión que nos hace creer que hay personas que durante unos minutos pueden esta pensando lo mismo que nosotros. Supongamos pues, que te encuentras solo, en tu habitación o en la calle, divagando de la rutina, metido en tus pensamiento y concentrado en tu respiración. Estás analizando con detenimiento tu día, los días que han habido antes y tu situación en ese momento. Te detienes, miras al cielo, la luna como de costumbre es fiel y aparece en medio de la oscuridad. Es increíble cómo un detalle nos hace abrir la mente más allá de lo que ya conocemos, cómo nuestra imaginación supera sus límites y nos lleva a otro mundo donde las cosas son distintas, donde nos sentimos en paz y el tiempo parece eterno. Retomando aquello de la conexión, supón que no muy lejos se encuentra otra persona en el mismo proceso de "liberación". Es ahí, donde lo simple deja de existir, donde sentimos nuestra vida en pausa, cual película detenida. ¿No parece increíble? Es decir, una persona pensando en medio de la noche de la misma forma, buscando otro mundo en sus pensamientos, justo como tú...

Es agradable mirar esa gran luz a lo alto de tu ventana y pensar que alguien se encuentra pensando en ti, extrañándote e incluso con un gesto de nostalgia intenta escucharte para tranquilizarse. El protagonista de tu historia, de tu capítulo, de tu mundo, se imagina que está visitando tus pensamientos para asegurarse de que todo está bien o de que tú lo estás, para curiosear tus sueños, tus metas y hasta tus preocupaciones. De por sí, sentirse parte de alguien es una de las cosas más maravillosas que puedes llegar a pensar. Definitivamente, como desde el primer día en que usted empezó a formar parte de mis pensamientos, estaré esperando ese momento de tranquilidad, esa luna que tanto parece unir a las mentes, que tantas lágrimas y sonrisas tímidas espía... sólo por sentir ese momento único, esa pausa dedicada a nosotros.



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