jueves, 25 de octubre de 2012

Mágico.

El arte de poder congelar cualquier momento para toda la vida, de guardarlo y encontrarlo unos años después en el baúl de objetos ya perdidos, eso es mágico. Tener en tus manos la oportunidad de ver en una simple imagen el frío o el calor que hacía, lo despeinados que estaban algunos antes de sonreír, el coche que pasó luego de darle click a la máquina, aquél gato que no dejaba de maullar mientras enfocabas, ellos gritándote que tomaras la foto a la vez que se empujaban para salir todos, es... simplemente mágico. Volver a revivir aquellos años, aquél día, esos segundos, sentirlos como presente, único.
Ese beso que no llegó a ser, esas lágrimas que no llegaron a caer, los niños jugando, la noche cayendo, esos amigos que parecían inseparables, esos abrazos eternos...



Teníamos la máquina del tiempo a nuestro alcance y no nos habíamos dado cuenta.










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